“Cuando era chiquita y tocaba la guitarra en mi pieza sentía que eso era algo enorme y que no necesitaba nada más. Pero esto es muy gigante, no entiendo en qué momento mi vida se convirtió en todo esto”, dice, emocionada, Emilia Mernes unos minutos después de iniciar su presentación en el estadio de Liniers. La joven de 27 años observa la multitud que convocó y no puede contener las lágrimas: su música produjo un big-bang que la puso en las pantallas de celulares de toda una generación y la llevó a marcar un hito de convocatoria.
El reloj marcaba las 21 y en la noche despejada se respiraba frescura. Emilia Mernes pisó el escenario, entonó su hit “Exclusive” y sus fans la abrazaron con una energía arrolladora. Es un momento especial para Mernes y también para la escena musical nacional. De esos que demuestran que, como nunca antes, las artistas mujeres de nuestro país están pisando fuerte y encabezan un verdadero fenómeno para la música argentina en particular y la de habla hispana en general.
Primero, en marzo de 2023, Lali hizo historia al convertirse en la primera artista mujer en llenar el Estadio de Vélez Sarsfield como parte de su Disciplina Tour. Después, este año, María Becerra sorprendió con un sold out para sus dos conciertos en River Plate. Y anoche Mernes celebró ante más de 35.000 espectadores el inicio de un nuevo récord femenino: la entrerriana agotó los cuatro shows que tiene pautados en el Estadio José Amalfitani.
Emilia es, sin dudas, una de las estrellas argentinas del momento. No sólo porque en pocas horas vendió todos los tickets para presenciar sus tres primeros shows en el predio empujándola a sumar una nueva fecha, sino también porque en diciembre de 2023 ya había agotado en menos de once horas las 10 fechas que ofreció en el Movistar Arena en abril y mayo de este año.
Mernes nació en Nogoyá, en Entre Ríos, con un sueño: cantar. Lo que a veces le cuesta creer -por la velocidad del asunto- es que a sus 27 años ese sueño sea una realidad tangible. Con el estadio repleto, mayormente con chicas de entre 8 y 25 años, y poco después de cantar los primeros hits de la noche, Emilia capta el crecimiento meteórico de su carrera: “Sin dudas, el álbum ha llegado a sus corazones y al de un montón de personas y me cambió la vida por completo”, se sincera monologando frente a su público, notablemente conmovida por el acompañamiento de sus fans.
Si bien al comienzo del show se la notaba un tanto nerviosa, con el transcurrir de la noche se fue entregando al juego del escenario y a la comunión con su público. La catarata de hits de apertura, desde “Facts.mp3″, “4:20″, “Jagger.mp3″, “Intoxicao″ hasta “Ojitos_verdes.mp3″ e “IConic.mp3″ crearon el clima ideal para que Mernes, acompañada por un gran equipo de bailarines, conquistara por completo a su público.
La admiración de las preadolescentes y adolescentes por Emilia es total. Las replicas de vestuarios, los carteles cariñosos y las coreografías repetidas con exactitud en distintas ubicaciones del campo, evidencian el alcance y el poder de las redes sociales a la hora de impulsar la carrera de los nuevos talentos. “Veo en Tiktok que se arman los mismos vestuarios que uso para venir a mis shows. Están dementes. Las amo”, le disparó, simpática, la ídola pop a sus seguidoras desde el escenario.
“Estoy emocionada, me encanta lo que está pasando”, dice Soledad que acompañó a su hija Juana de 10 años. “Cuando yo era chica, nosotras éramos las enamoradas. Veníamos a los recitales enamoradas de Luis Miguel o de Ricky Martin. Pero no pensábamos que podíamos ser las cantantes. Ahora hay un montón de chicas que cantan, me gusta eso”, remarcó mientras sostenía un cartel que su hija diseñó especialmente para Emilia.
En el mundo pop que encabeza Emilia las pantallas tienen tanto protagonismo como la música. El despliegue escénico y coreográfico componen una dupla clave a la hora de sostener el impacto de la propuesta. Emilia es una escenografía en si misma: cada detalle de los cuatro vestuarios brillantes que va a lucir a lo largo de la noche logran hipnotizar por completo al público. La estética del show (desde los elementos de la puesta y la iluminación hasta el vestuario) estuvo inspirada en los años 2000.
Uno de los momentos más aplaudidos de la noche fue cuando la cantante compartió junto a su novio Duki la interpretación de la canción “Como si no importara”. El rapero volvió a subirse al escenario en otra instancia del show, cuando a Mernes se la notó eufórica, con la presencia de colegas como Tiago PZK, Callejero Fino, Lit Killah, Rusherking y FMK, quienes se lucieron en canciones como “Una foto”, “En la intimidad” y “Alegría” y “Los del espacio”.
Tal como lo propone en su trabajo discográfico .mp3, que tantas alegrías le trajo en el último tiempo, Emilia se preocupó por abanderar en el escenario una impronta pop con referencias explícitas a cantantes de la primera década del milenio, como Britney Spears y Rihanna. Esta noche, además, la entrerriana decidió sumar a su catálogo de musas a una inesperada banda nacional y sorprendió a la audiencia con un cover de “Maldita noche”, de Bandana.
A lo largo de más de dos horas, el show se destacó por varios matices que fueron acompañados en la pantalla con imágenes y audios que la artista diseñó especialmente para el lanzamiento de su disco y que representaron perfectamente la estética que defiende. Se trató de un show con un impresionante despliegue escenográfico y de efectos, donde se destacó la implementación de un MP3 gigante en el escenario, como referencia al nombre de su último álbum. En ese sentido, cabe destacar que Emilia ya agotó tres funciones y agregó una cuarta para el 19 de este mes.
Hacia el final del show, pasadas las 23, Emilia fluctuó entre la euforia con sus amigos “hermanos” que la acompañaron en una noche histórica y una sentida despedida a pura ovación con “La_original.mp3″ (el hit que grabó con Tini), “GTA.mp3″ y “No_se_ve.mp3″. Cada uno de esos hits multiplicó la emoción y el desparpajo de un público dispuesto a divertirse sanamente. El espectáculo de Mernes, nominada a los Latin Grammy, mantuvo un espíritu familiar sin por eso abandonar la impronta sensual y provocadora de toda cantante pop. El primero de los cuatro Vélez fue un éxito y más que una consagración marcó el inicio de una nueva historia para Emilia. Nace una estrella.
Fuente: La Nación