Dentro del segundo debate sobre las reformas a la Ley Orgánica de Cultura, con base en el informe elaborado por la Comisión de Educación, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Kronfle dispuso el retorno del articulado a la mesa legislativa con la finalidad de recoger los nuevos aportes presentados.
Durante su intervención, el legislador ponente del informe y miembro de la comisión, Hernán Zapata destacó que el proyecto reformatorio fue ampliamente analizada junto a sectores vinculados activamente al ámbito cultural nacional.
El ponente también manifestó que, “la iniciativa de renombrar a la Casa de la Cultura Ecuatoriana, como Casa de las Culturas, implica el reconocimiento de la diversidad de grupos sociales, sus valores, creencias y tradiciones de las diferentes regiones del país”.
Destacó también la pertinencia de que cada institución del Sistema Nacional de Cultura, a más de los recursos otorgados por el Estado, puedan autogestionar otros, administrarlos y utilizarlos en actividades inherentes al fomento de las artes.
Durante el debate intervinieron ocho legisladores, quienes presentaron observaciones al articulado. De su lado, Lenin Rogel pidió a la comisión incorporar disposiciones para que el órgano rector de la cultura fomente la difusión de la cultura galapagueña en el territorio nacional.
Los legisladores Steven Ordóñez, Celestino Wisum, Juan Carlos Camacho, Ramiro Vela y Luzmila Abad coincidieron en que la normativa aporta a fortalecer la protección de los derechos de las y los trabajadores de la cultura, que en la actualidad son más de ciento cincuenta mil.
Por último, la asambleísta Ana María Raffo destacó que la norma no suplirá la obligatoriedad del Estado en la generación de política pública y asignación de recursos necesarios al sector para generar una gestión responsable de la cultura en el Ecuador.
Comisión general
Fernando Cerón, presidente de la Casa de la Cultura Benjamín Carrión, enfatizó en que la reforma, si bien ha tenido modificaciones a lo largo del análisis de la comisión, “recoge las voces de los artistas y gestores que se han sumado para mejorar al Sistema Nacional de Cultura y así acceder a condiciones dignas de vida y de trabajo”.
“La cultura puede generar empleo y ser una herramienta real de transformación de la sociedad, pero para serlo es fundamental perfeccionar el marco legal que lo permita”, destacó.
Señaló que, con la aprobación de la reforma la Casa de la Cultura Ecuatoriana tendrá la capacidad de control y distribución equitativa de sus recursos hacia sus núcleos provinciales, “ya que actualmente 66 % de recursos asignados a la cultura se quedan en la ciudad de Quito, desatendiendo a otras provincias”.
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