Antes de que Adrien Brody pronunciara su discurso de agradecimiento en la gala de los Oscar 2025 –en la que acababa de ganar el premio al mejor actor–, tuvo que hacer otra cosa. Deshacerse del chicle que estaba masticando. Por suerte, su pareja, la diseñadora Georgina Chapman, estaba allí para ayudarlo.
Cuando se dirigía a la escalinata del Dolby Theatre para recoger su segunda estatuilla al mejor actor, Brody pareció preocuparse pensando en qué hacer con el chicle. ¿Se lo tragó? No; es consciente de las consecuencias. ¿Hablar de ello? No. No: se lo sacó de la boca y lo lanzó directamente a las manos de Chapman, que se acercó corriendo para atajarlo.
Brody, que en 2003 se hizo con la estatuilla en esta misma categoría por su actuación en El pianista, ganó el premio de esta edición por su trabajo en The Brutalist.
En su discurso, Brody dio las gracias a Chapman y a sus dos “preciosos hijos”, India y Dash. Pero no precisamente por haberlo ayudado con el chicle, sino por aceptarlo en sus vidas. “Papá vuelve a casa como ganador”, dijo exultante.
Brody y Chapman, cofundadora de la firma de moda Marchesa, mantienen una relación sentimental desde 2019. Un romance que oficializaron en junio de 2021, un mes antes de que Chapman firmara su divorcio del megaproductor Harvey Weinstein. Weinstein es el padre de sus dos hijos.
En su discurso de aceptación, Brody dijo a Chapman: “No solo has reforzado mi autoestima y mi valor como persona, también mis propios valores”.
Chapman y Weinstein se casaron en diciembre de 2007. Chapman solicitó el divorcio en 2017, cuando varias mujeres acusaron a Weinstein de agresión sexual y mala conducta. En febrero de 2023, Weinstein fue declarado culpable de violación y condenado a 16 años. Cumple condena en Rikers Island, además de otros cargos pendientes.
Brody y Chapman se han apoyado mutuamente durante toda la temporada de premios, y Chapman suele lucir sus propios diseños en la alfombra roja. Brody le ha dado las gracias a menudo en sus discursos de aceptación en las últimas semanas. En los BAFTA, la describió como “un ángel”.
De deshacerse de su chicle a rechazar la música de salida, Brody planeó claramente aprovechar al máximo su momento en el escenario de los premios de la Academia, mientras Chapman sonreía desde la primera fila.
“Estoy terminando, por favor, por favor, por favor, voy a terminar”, dijo cuando la orquesta empezó a tocar. “Por favor, quitadme la música. He hecho esto antes, no es mi primer rodeo. Gracias”.
El actor instó al público a “no dejar que el odio quede sin control”.
“Vale, me voy de aquí», dijo para concluir. «Os quiero. Os aprecio a todos. Luchemos por lo que es justo. Seguid sonriendo, seguid queriéndoos. Reconstruyamos juntos. Gracias”.
Tomado de Vanity Fair España