Este miércoles fue el tercer y último día en el que Marine Le Pen, la líder del partido de extrema derecha francesa Agrupación Nacional, subió al estrado en un esperado juicio por cargos de malversación de fondos de la Unión Europea.
Le Pen y más de 20 altos cargos del partido están siendo juzgados en el Tribunal Penal de París por presuntamente malversar millones de euros destinados a pagar a los asistentes parlamentarios de la UE.
En cambio, Le Pen y sus coacusados supuestamente habrían pagado a personal que trabajó directamente para el partido en Francia y que rara vez puso un pie en Bruselas entre 2004 y 2016, violando así las normas del bloque.
Durante estos tres días, Marine Le Pen se ha mostrado muy combativa cuando ha subido al estrado, incluso acusó al juez de ser parcial. Le Pen, que fue eurodiputada durante 12 años, mantuvo su inocencia alegando que no le corresponde al Parlamento Europeo decidir cómo se debe contratar a los asistentes.
Hasta 10 años de cárcel y una multa de un millón de euros
Y la líder de extrema derecha está asumiendo un riesgo bastante grande con este tipo de argumentos. Si son declarados culpables, Le Pen y sus coacusados podrían enfrentarse a hasta 10 años de prisión y multas de hasta un millón de euros cada uno.
Pero lo más importante es que podría resultar en su inelegibilidad para postularse a un cargo público, un escenario que podría destruir los planes de Le Pen para las elecciones de 2027, su cuarto y posiblemente el más prometedor intento.
La líder ultraderechista ha negado cualquier delito contra las acusaciones de que los altos cargos de la Agrupación Nacional utilizaron a sabiendas dinero destinado a asesores parlamentarios de la UE para pagar en su lugar a personal que trabajó para el partido entre 2004 y 2016.
El juicio concluirá a finales de noviembre.
Fuente: Euronews