Un estudio de un grupo de investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental sugiere que la adopción de una dieta sana y practicar ejercicio de forma regular podría ayudar a las personas a superar el riesgo genético de desarrollar diabetes tipo 2. Los resultados fueron publicados en la revista de Endocrinología Clínica y Metabolismo.
El nuevo estudio reveló que un estilo de vida saludable redujo en un 70 % el riesgo de diabetes tipo 2 en un grupo de personas con una alta probabilidad genética de desarrollar este trastorno metabólico. De hecho, los comportamientos saludables tuvieron un mayor impacto en estas personas, en comparación con quienes tenían una baja predisposición hereditaria a padecer esta enfermedad.
Para llegar a estos resultados, se hizo un seguimiento durante tres años a 1.000 hombres finlandeses de entre 50 y 75 años, de los cuales 600 recibieron orientación sobre hábitos saludables, mientras que el resto sirvió como grupo de control. El riesgo genético se determinó a partir de 76 variantes genéticas conocidas que aumentan las probabilidades de padecer diabetes tipo 2.
Las personas que recibieron orientación, y a su vez tenían un bajo riesgo genético, no redujeron significativamente el riesgo de padecer diabetes con cerca del 7,7 %, frente al 8,2 % de quienes no adoptaron un estilo de vida saludable.
Por otra parte, los participantes que tenían un alto riesgo de desarrollar diabetes sí mejoraron de manera exponencial su calidad de vida, con solo el 7,9 % diagnosticado, frente al 14,1 % que no cambiaron sus hábitos. RT
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