Según Rasa Zalakeviciute, ingeniera ambiental especialista en la contaminación del aire y estudios climáticos y profesora de la Universidad de Las Américas, la estimulación de lluvias puede ser costosa pero opina que no tiene un grave impacto en el ambiente.
Ella describió a la ‘siembra de nubes’ como un proceso en el que “se introducen ciertas sustancias en las nubes para aumentar la probabilidad de precipitación, ya sea lluvia o nieve”. Estas sustancias, llamadas núcleos de condensación, actúan como puntos de inicio para la formación de gotas de agua o cristales de hielo dentro de las nubes.
Los núcleos de condensación pueden ser diversos, pero los más utilizados son cristales de yoduro de plata o cloruro de sodio. Estas sustancias ayudan a que el vapor de agua en la nube se condense alrededor de ellas, formando gotas de agua o cristales de hielo que eventualmente caen como precipitación, indicó la ingeniera.
Los químicos “en cantidades pequeñitas no deberían tener efecto acumulativo al ambiente y tampoco a los seres humanos”, explicó Zalakeviciute a EL UNIVERSO.
Aún así, la experta señaló que hay tres riesgos de esta práctica que sí podrían impactar en el medioambiente y la salud humana.
- Que no exista una distribución adecuada de la precipitación, ya que si cae en una zona podría no caer en otra que lo necesita.
- Que la técnica de estimulación de lluvias pueda cambiar la dinámica de las nubes y afectar otros procesos atmosféricos que interferirán en el clima y los patrones naturales.
- Que los humanos que se encuentren cerca del químico lo respiren por tiempo prolongado y puedan desarrollar problemas respiratorios.
De acuerdo a Guillermo Murray Tortarolo, del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad, las evidencias científicas sobre el funcionamiento del bombardeo de nubes son muy dudosas. Además, sus impactos podría depender en gran medida de la zona en la que se implemente.
Citando a una investigación de la Academia de las Ciencias de Estados Unidos, el científico considera que “este procedimiento no aumenta de manera significativa las precipitaciones, y aun en los pocos casos en los que parece que sí, la eficacia es menor a un aumento del 10 %”.
Como él, otros expertos creen que las precipitaciones no se deben específicamente a la técnica del ‘bombardeo de nubes’, sino a unas condiciones atmosféricas únicas y favorables para las lluvias.
En México, científicos del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático recomendó evitar “sin conocimiento previo fundamentado en experiencias de éxito en el incremento de la precipitación, o sin la realización previa del análisis costo-beneficio”.
Fuente: El Universo
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