En una sentencia a la que tuvo acceso la agencia Europa Press, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid determinó que llamar gilipollas a un jefe solo en una ocasión no justifica un despido disciplinario, ya que no tiene “la gravedad ni el componente de culpabilidad” necesarios.
La decisión ratifica la resolución que un juzgado de lo social había tomado en septiembre de 2023, que fue interpelada por la empresa Ahumados NordFish, que en mayo de ese mismo año despidió a uno de sus auxiliares de fábrica argumentando “ofensas verbales”.
Días antes del despido, a eso de las 15:00 horas, tuvo lugar una reunión con el personal de la empresa, a la que el empleado se negó a asistir porque se acababa su jornada laboral. La administradora le advirtió que si se marchaba, podía ser sancionado por desobediencia, a lo que el empleado respondió: “A ver si te atreves, gilipollas”. Y se marchó.
La corte argumentó que, aunque la contestación del trabajador fue “destemplada, desabrida y malsonante, no tiene la gravedad ni el componente de culpabilidad necesario para justificar su despido”, teniendo en cuenta que cuando se exigió su presencia “ya había terminado su jornada y tenía prisa por motivos personales”. RT
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