Varios países se han preparado para las consecuencias del evento.
Varios países de Sudamérica se preparan para enfrentar los estragos que podría provocar el fenómeno de El Niño, que los especialistas consideran que es inminente su presencia, pero la intensidad aún no se conoce.
El Niño “es un patrón climático natural en el océano Pacífico tropical que trae temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio y tiene una gran influencia en el clima en todo el mundo, afectando a miles de millones de personas”.
Los episodios de El Niño se producen por la fluctuación de las temperaturas en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, y suelen ir asociados a un aumento de las precipitaciones en algunas zonas del sur de Sudamérica, el sur de Estados Unidos, el Cuerno de África y Asia central.
Ecuador es uno de los países donde tiene incidencia el fenómeno. El fenómeno comienza cuando las aguas superficiales del Pacífico ecuatorial se vuelven más calientes (El Niño) que lo normal frente a las costas de Perú y Ecuador. Puede provocar inundaciones, sequías, incendios forestales y otros fenómenos extremos en varias partes del mundo.
En décadas previas, El Niño ha afectado con inundaciones a Perú, sur de Brasil, Paraguay, Uruguay, Ecuador, Bolivia y Argentina, en la América del Sur.
El Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) indicó que este evento afecta a diversos sectores y que el transporte es uno de los más perjudicados a través de la afectación de la infraestructura vial.
El organismo estima que uno de cada cuatro dólares que se pierden por los efectos de El Niño corresponden a ese sector.
Dentro de las afectaciones se encuentra el deterioro de la infraestructura a causa de las lluvias, a través de una publicación, indicó que esto acelera el desgaste del pavimento, así como erosiona taludes, rompe cunetas y colapsa los puentes.
Otra de las situaciones que se presentan son los deslizamientos de tierra lo que hace que no se pueda transitar por esas vías. Un impacto de 1.700 millones de dólares en transporte en América Latina fue el que causa El Niño de 1997.
A través de la Guía de Buenas Prácticas para la Adaptación de las Carreteras al Clima proponen soluciones para reducir el impacto del fenómeno:
- Diseñar sistemas de drenaje mejorados.
- Utilizar materiales resilientes en la construcción.
- Implementar sistemas avanzados de monitoreo.
- Fomentar la educación y capacitación.
“Afrontar el fenómeno de El Niño demanda planificación estratégica y adaptativa, enfocada en desarrollar infraestructura resiliente que ayude a reducir el impacto sobre el sector vial en América Latina y el Caribe, garantizando la seguridad y la eficiencia en las carreteras de la región”, se indicó.
Otro de los efectos son las sequías que impactan en las cuencas hidrográficas en países como Colombia, Brasil y Venezuela, así como la generación de incendios que afecten extensiones de vegetación. (I)
Fuente: El Universo
