Las escuelas de toda el país guardaron un minuto de silencio este lunes 16 de octubre, por el maestro asesinado a puñaladas la semana pasada. Un hecho calificado por el presidente Emmanuel Macron como acto de “terror islamista”. Horas antes, Macron pidió una respuesta gubernamental “despiadada” a aquellos en Francia con ideologías terroristas.
El homenaje a nivel nacional se produce un día después de que miles de personas se reunieran en Arras, noreste de Francia, para presentar sus respetos al profesor Dominique Bernard, de 57 años.
Su asesinato, ocurrido el viernes 13 de octubre, conmocionó a todo el país y provocó llamados para reforzar la seguridad en las escuelas. El Gobierno declaró la alerta máxima y desplegó 7.000 soldados.
El ataque en Arras, hogar de grandes poblaciones judías y musulmanas, se produjo en medio de la guerra en curso entre Israel y el grupo Hamás, que controla la Franja de Gaza.
El presunto autor, un joven ruso de 20 años, ha sido detenido por el asesinato y por haber herido gravemente a otras tres personas en la escuela a la que solía asistir.
“Arras está siendo puesta a prueba, pero Arras está en pie (…) Nosotros estamos en pie”, afirmó el alcalde Frédéric Leturque a una multitud de más de 5.000 personas reunidas en la plaza central, el domingo.
La gente se reúne para rendir homenaje en la plaza de los Héroes en Arras, noreste de Francia, el 15 de octubre de 2023, dos días después de que un maestro fuera asesinado y otras dos personas resultaran gravemente heridas el 13 de octubre. AFP – DENIS CHARLETUno de los heridos que fue hospitalizado por lesiones graves “parece estar mejor”, afirmó a la agencia AFP una fuente cercana al asunto.
Entretanto, el presidente francés abogó este lunes por una respuesta gubernamental “despiadada” hacia quienes tienen ideologías terroristas.
El mandatario pidió a la Policía revisar sus expedientes de radicales que podrían ser deportados de Francia y solicitó al Ministro del Interior que adopte “un enfoque especial hacia los jóvenes de entre 16 y 25 años del Cáucaso”.
“Los terroristas saben que no puede haber República sin escuelas, sin un aprendizaje paciente del pensamiento crítico y de los valores de libertad, igualdad, fraternidad y secularismo que forjan a los ciudadanos en sus aulas (…) El Gobierno ha actuado, estamos actuando y continuaremos actuando para garantizar que nuestras escuelas sigan siendo un santuario para nuestros estudiantes y para todos aquellos que trabajan allí”, publicó Macron mediante su cuenta en la plataforma X.
El ataque se produjo casi tres años después de la decapitación del profesor Samuel Paty, el 16 de octubre de 2020, cerca de su escuela en un suburbio de París. Su asesino, un refugiado checheno de 18 años, afirmó que se trató de una venganza, debido a que Paty mostró a los estudiantes caricaturas del profeta Mahoma en una clase sobre libertad de expresión.
“Es insoportable tener que revivir el mismo miedo”, afirmó Catherine Piecuch, del sindicato de educación FSU. “El Estado debe tomar todas las medidas para garantizar la protección del personal y de los estudiantes”, agregó.
El minuto de silencio del lunes en las escuelas francesas tuvo lugar a las 14:00 hora local.
El ministro de Educación, Gabriel Attal, señaló el domingo a la emisora ’TF1′ que las autoridades locales se reunirán la próxima semana para discutir sobre la seguridad en las escuelas. Sugirió que deberían “ir más allá” proporcionando guardias de seguridad y videovigilancia.
‘Traumatizados’
Clotilde Mienville, profesora de Arras, sostuvo que no sabía cómo abordaría el tema con sus alumnos.
Algunos de ellos estaban “conmocionados, traumatizados”, dijo, ya que tenían hermanos mayores en la escuela afectada. “Hay que darles la oportunidad de expresarse”, añadió.
Nueve personas seguían detenidas el domingo, incluido el presunto autor Mohammed Moguchkov, nacido en la república de Ingushetia, del Cáucaso Norte, predominantemente musulmana. Según una fuente policial, el agresor llegó a Francia cuando tenía cinco años.
Una fuente policial aseguró que desde su detención no había explicado lo sucedido.
Moguchkov ya estaba en el registro nacional francés como una posible amenaza a la seguridad y estaba siendo monitoreado por la agencia de inteligencia nacional DGSI, debido a sus vínculos con su padre, que fue deportado en 2018, señaló el ministro del Interior, Gerald Darmanin.
Un día antes del ataque, la DGSI lo había interrogado brevemente, afirmó Darmanin el sábado, descartando “una violación de los servicios de inteligencia”.
Darmanin ha pedido la “expulsión sistémica de todos los extranjeros considerados peligrosos por los servicios de inteligencia”, en referencia a una creciente “atmósfera de yihadismo” desde el inédito ataque de Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre.
Fuente: AFP