Naomi Osaka estará fuera de la actividad tenística hasta 2024 y lo hará por una bonita razón. Es que la cuatro veces campeona de Grand Slam anunció que está embarazada, por lo que confirmó que se mantendrá ajena al circuito durante todo este año.
La japonesa, de 25 años, ha estado inactiva desde septiembre pasado y, el domingo, había anunciado su baja para el inminente Abierto de Australia, aunque no dio explicaciones de su prolongada ausencia. Sin embargo, este miércoles, terminó con la incógnita e informó, a través de las redes sociales, que está esperando su primer hijo.
«No puedo esperar para volver a la cancha, pero aquí hay una pequeña actualización de la vida para 2023», escribió la asiática, junto a una imagen de una prueba de ultrasonido, en una publicación en su cuenta oficial de Twitter.
«Los últimos años han sido interesantes, por decir lo menos, pero creo que son los momentos más desafiantes de la vida los que pueden ser más divertidos. Estos pocos meses lejos del deporte realmente me han dado un nuevo amor y aprecio por el juego al que he dedicado mi vida», continuó.
Dentro de su anuncio, la nipona, que ocupa el 47° puesto del ranking WTA en el presente, expresó: «Me doy cuenta de que la vida es muy corta y no doy ningún momento por sentado, cada día es una nueva bendición y aventura. Sé que tengo mucho que esperar en el futuro, una cosa que espero con ansias es que mi hijo vea uno de mis partidos y le diga a alguien, ‘esa es mi mamá'».
Segura de volver a la acción para la siguiente edición del major en Australia, la ex N°1 del escalafón mundial sostuvo: «2023 será un año lleno de lecciones para mí, y espero verlos al comienzo del próximo porque estaré en Australia 2024. Los amo a todos, infinitamente».
Finalmente, Osaka reconoció que la paralización de su carrera resulta inoportuna, pero está claro que lejos está de arrepentirse. «No creo que haya un camino perfectamente correcto para tomar en la vida. Pero siempre sentí que si avanzas con buenas intenciones, eventualmente encontrarás tu camino», cerró.